Nombre de la Empresa: El nombre legal de la empresa tal como está registrado.
Calle + Número: La dirección física de la oficina principal o sede de la empresa.
Código Postal: El código ZIP o código postal de la dirección de la empresa.
Ciudad: La ciudad en la que se encuentra la empresa.
Estado: El estado o región donde se encuentra la empresa.
País: El país de operación de la empresa.
ID de la Empresa: Un identificador único para la empresa, que podría ser utilizado internamente o para integraciones con otros sistemas.
ID Fiscal: El número de identificación fiscal de la empresa, importante para operaciones financieras e informes.
ID del Registro Comercial: El número de registro de la empresa en el registro comercial, que podría ser importante para documentación legal y oficial.
Número de Teléfono Oficial de la Empresa: El número de contacto principal de la empresa.
Correo Electrónico Oficial de la Empresa: La dirección de correo electrónico principal que se utilizará para comunicaciones oficiales.
La información ingresada aquí puede ser crucial para garantizar que documentos como facturas, correspondencia oficial e informes estén correctamente formateados con los detalles correctos de la empresa. También ayuda a mantener la consistencia en cómo se representa la empresa en varias comunicaciones externas y documentos. Después de ingresar o actualizar la información, el administrador debe guardar los cambios haciendo clic en el botón "Guardar" para asegurar que todas las modificaciones se apliquen en todo el sistema.
Además, la sección proporciona una vista del plan de suscripción, mostrando cuántos días quedan, las fechas de inicio y finalización, y un medidor de uso de suscripción que realiza un seguimiento del consumo de tokens de servicio en comparación con lo asignado en el plan. Esto puede ayudar a los administradores a monitorear y planificar las renovaciones o actualizaciones de suscripción en función de las tendencias de uso.
La configuración de Color de la Aplicación permite a los administradores definir el esquema de color de la interfaz de la aplicación. Esta función es particularmente útil para distinguir entre diferentes entornos como pruebas, sandbox y producción. Al asignar colores distintos a cada entorno, los usuarios pueden identificar fácilmente en qué entorno están trabajando, reduciendo el riesgo de realizar acciones críticas en el entorno incorrecto.
Navegar a la Configuración de la Empresa:
Desde el menú principal, haga clic en la sección de Información de la Empresa.
Localizar la Sección de Color de la Aplicación:
Desplácese hacia abajo hasta la sección de Color de la Aplicación dentro de la configuración de Información de la Empresa.
Elegir un Color:
Haga clic en el cuadro de color o ingrese un código hexadecimal directamente en el campo de texto.
Aparecerá un selector de color, permitiéndole seleccionar el color deseado.
Puede ingresar un código hexadecimal específico si tiene un color predeterminado para el entorno.
Guardar el Color:
Una vez que haya seleccionado el color, haga clic en el botón de Guardar para aplicar el cambio.
La interfaz de la aplicación se actualizará inmediatamente para reflejar el nuevo color.
Restablecer a Predeterminado:
Si desea volver al color predeterminado, haga clic en el botón de Restablecer.
Para evitar confusiones, se recomienda establecer un esquema de color estándar para cada entorno:
Producción: Utilice un color neutral o predeterminado, como #FFFFFF (blanco) o #f0f0f0 (gris claro), para indicar el entorno en vivo.
Pruebas: Utilice un color brillante o de alerta, como #ffcc00 (amarillo) o #ffa500 (naranja), para indicar un entorno de pruebas.
Sandbox: Utilice un color distinto, como #007bff (azul) o #6c757d (gris), para indicar un entorno de sandbox o desarrollo.
En la sección de Color de la Aplicación, los administradores también verán información relacionada con el Plan de Suscripción. Esto incluye el plan actual, su estado y los días restantes de suscripción.
La configuración de Color de la Aplicación es una herramienta simple pero efectiva para ayudar a los usuarios a reconocer rápidamente el entorno en el que están trabajando. Al seleccionar y gestionar cuidadosamente estos colores, las organizaciones pueden minimizar errores y mejorar la eficiencia del flujo de trabajo.